Algunos espermatozoides de ratón intentan sabotear a sus rivales en la carrera por fecundar el óvulo
Los espermatozoides tienen un objetivo: llegar al óvulo y fecundarlo, y parece que algunos espermatozoides de ratón que llevan una determinada mutación genética pueden aumentar sus posibilidades de hacerlo saboteando a sus rivales.
Bernhard Herrmann, del Instituto Max Planck de Genética Molecular de Berlín (Alemania), y sus colegas analizaron muestras de esperma de ratones. Descubrieron que los espermatozoides de algunos ratones, portadores de una variante genética denominada haplotipo t, se mueven más rápido y nadan en línea recta. Otros espermatozoides sin esta variante procedentes de los mismos ratones nadan de forma menos productiva, a menudo moviéndose más lentamente y en círculos.
Un doctor en fertilidad usaba su esperma para fecundar a sus pacientes
Por qué algunos espermatozoides nadan en círculos: es un defecto proteínico
Investigaciones anteriores han demostrado que los ratones con dos copias de la variante genética del haplotipo t tienen más probabilidades de ser infértiles, pero este nuevo estudio sugiere que los machos con una copia de la variante genética producen estos espermatozoides del haplotipo t que son más móviles que los que no tienen.
Esta variante genética del haplotipo t es un elemento genético "egoísta", porque puede aumentar su probabilidad de ser transmitida a la descendencia por encima de las probabilidades habituales del 50%, y ahora Hermann y su equipo han descubierto cómo estos espermatozoides obtienen su ventaja.
Los espermatozoides portadores de una variante del haplotipo t producen ciertas moléculas capaces de perturbar a otros espermatozoides. Las variantes genéticas dificultan la interacción de los espermatozoides rivales con su entorno, bloqueando diversas moléculas de señalización celular que normalmente proporcionan a los espermatozoides un sentido de la orientación. Aunque los espermatozoides del haplotipo t eran más móviles gracias a esta ventaja competitiva, los investigadores no comprobaron su capacidad para fecundar un óvulo.
El equipo también descubrió una relación entre el éxito de los espermatozoides y una importante proteína del cuerpo llamada RAC1, que desempeña un papel en el movimiento celular general y dirige el espermatozoide hacia el óvulo. Los niveles de RAC1 en el cuerpo tienen que ser correctos: si son demasiado altos o demasiado bajos, los espermatozoides no se mueven en línea recta.
"La inmovilidad de los espermatozoides es un problema importante en la infertilidad masculina", dice Herrmann. Investigar los niveles de esta proteína en muestras humanas podría ayudar a desarrollar tratamientos para la infertilidad en los hombres, afirma.