Un estudio muestra cómo los cromosomas X e Y de los ratones compiten entre sí para controlar el sexo de las crías
La función molecular de los genes en ratones tiene una gran influencia en el sexo de sus crías, según un nuevo descubrimiento que revela más sobre el impacto de los genes en la fertilidad animal.
En circunstancias normales, las leyes de la genética garantizan que los espermatozoides portadores de un cromosoma X o un cromosoma Y tengan las mismas posibilidades de fecundar el óvulo y, por tanto, los padres tengan las mismas posibilidades de tener una hija o un hijo. Sin embargo, los ratones macho con deleciones parciales en su cromosoma Y (machos Yqdel) rompen esta ley de hierro, produciendo una proporción de sexos distorsionada con muchas más crías hembras que machos. Hasta ahora, cómo ocurría esto era un misterio.
Ahora, una investigación conjunta llevada a cabo por equipos de las universidades de Kent, Cambridge, Essex y París Descartes demuestra que la clave reside en la forma de los espermatozoides y en lo bien que son capaces de nadar.
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En primer lugar, el equipo demostró que podía corregir la distorsión de la proporción de sexos mediante la fecundación in vitro, demostrando que los machos Yqdel producen el mismo número de espermatozoides portadores de X e Y y que ambos tipos de espermatozoides son igualmente capaces de producir descendencia una vez que llegan al óvulo.
A continuación, el equipo utilizó microscopía de alta resolución y análisis de imágenes por ordenador de última generación para demostrar que los espermatozoides de los machos Yqdel están encogidos y distorsionados. Y lo que es más importante, los espermatozoides Y estaban más afectados que los X, lo que sugiere que su función estaba alterada. Para demostrarlo, utilizaron el etiquetado FISH, una técnica que tiñe el ADN cromosómico X o Y de diferentes colores. Esto les permitió identificar qué células portaban qué cromosoma y correlacionarlo con la forma de cada célula individual. Utilizando otra cepa transgénica de ratones que "desconecta" los genes ligados al cromosoma Y en lugar de eliminarlos, demostraron que la diferencia de forma entre los espermatozoides portadores del cromosoma X y del Y se debía a diferencias en la expresión génica, y no simplemente a la pérdida de ADN en los machos Yqdel.
Por último, realizaron "carreras de espermatozoides" para aislar los espermatozoides más rápidos de los varones Yqdel, y confirmaron mediante FISH que estos pequeños atletas eran predominantemente espermatozoides portadores del cromosoma X, lo que explicaba el predominio de hijas en la descendencia Yqdel.
El Dr. Peter Ellis, de la Escuela de Biociencias de Kent, dirigió la investigación. Dijo:
Sabemos desde hace tiempo que los cromosomas X e Y de los ratones compiten para producir crías hembras frente a crías machos: los genes del cromosoma X favorecen la producción de hijas y los genes del cromosoma Y favorecen la de hijos varones. Nuestra investigación revela ahora por primera vez cómo ocurre esto. Cuando se suprimen los genes del cromosoma Y, los genes del cromosoma X sabotean el desarrollo de la cabeza del espermatozoide, haciendo que el espermatozoide del cromosoma Y nade más despacio y asegurando una ventaja "egoísta" al espermatozoide del cromosoma X en la carrera hacia el óvulo. También descubrimos que el uso de la FIV puede invertir este desequilibrio, lo que tiene claras implicaciones para el uso de estas técnicas para influir en el sexo de las crías de los mamíferos."