Selección de sexo y FIV: lo que hay que saber

Cuando la modelo, presentadora de televisión y autora de libros de cocina Chrissy Teigen hizo público que ella y su marido, el músico John Legend, habían elegido el sexo de su bebé, Luna Simone, durante una fecundación in vitro (FIV) en 2017, provocó un pequeño escándalo. Algunos se sorprendieron de que existiera la práctica de la selección de género, mientras que otros se molestaron por las implicaciones éticas: ¿Es correcto renunciar a lanzar una moneda al aire?

• Si no tienes problemas de fertilidad, no podrías optar a la FIV simplemente para seleccionar el sexo. E incluso con la FIV, el procedimiento de selección que revela el sexo de los embriones es un paso adicional que cuesta entre 1.000 y 5.000 dólares. (El coste medio total de la FIV con cribado de embriones es de 20.000 a 25.000 dólares por intento).

  • "El cribado responde a indicaciones médicas, como abortos múltiples o ciclos de FIV fallidos en el pasado, o edad materna avanzada [más de 35 años]", explica Trukhacheva. "Con un ciclo normal, entre el 40 y el 50 por ciento de los embriones implantados darán lugar a un embarazo sano. Usar un embrión cribado aumenta esas probabilidades hasta alrededor del 60-70 por ciento".

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    Trukhacheva afirma que si el cribado indica que hay embriones sanos de ambos sexos, aproximadamente la mitad de las pacientes piden elegir el sexo para implantar. Trukhacheva no tiene ningún problema ético con la selección del sexo en esta fase, sobre todo porque no ha visto un patrón de discriminación contra uno de los sexos. "Suele ser una cuestión de equilibrio, de que la pareja tiene dos niños y le gustaría una niña, o viceversa".

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    El Dr. Robert Gustofson, director médico del Centro de Medicina Reproductiva de Colorado, lo ve de otro modo. Dice que su clínica no suele practicar la selección de sexo: "Nuestro objetivo es un embarazo sano, no un sexo concreto."

    En consecuencia, una excepción sería si una pareja corriera el riesgo de tener un hijo con un trastorno genético vinculado a un sexo concreto. "Que se pueda hacer algo no significa que se deba", afirma Gustofson. "Es una pendiente resbaladiza: Si empezamos a seleccionar por el sexo, la gente podría empezar a pedir un determinado color de ojos o de pelo, o altura."

    Gustofson añade que, de todos modos, tras el cribado de los embriones, sólo en un 15-20% de los casos hay embriones igual de sanos de cada sexo entre los que elegir.

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    Gustofson no se opone éticamente a otra técnica, la selección de espermatozoides (oficialmente llamada MicroSort), por la que, basándose en su peso, se clasifican para aumentar las probabilidades de que una inseminación artificial posterior dé lugar a un embrión de un sexo determinado. Pero, por desgracia, el proceso no funciona muy bien y la Administración de Alimentos y Medicamentos no aprobó su uso tras su ensayo clínico, por lo que no está disponible en Estados Unidos.

    ¿Qué te parece esa técnica de la que habrás oído hablar de intentar concebir justo antes de la ovulación en el caso de las chicas y durante o justo después en el caso de los chicos?

    Algo de eso hay", dice Trukhacheva, "en que un espermatozoide "femenino" es un poco más pesado y lento y tiene más probabilidades de sobrevivir más tiempo que un espermatozoide "masculino", que se quema un poco más rápido. Pero esto es sólo una media, y habría que predecir la ovulación con precisión. Seguiría siendo una probabilidad del 50%".

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