Un estudio abre vías para mejorar el pronóstico de los niños con hipogonadismo hipogonadotrópico congénito
Los niños nacidos prematuramente tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos cognitivos y sensoriales, pero también infertilidad en la edad adulta. En un nuevo estudio, un equipo de investigadores del Inserm, el Hospital Universitario de Lille y la Universidad de Lille en el laboratorio de Neurociencia y Cognición de Lille ha abierto interesantes vías para mejorar su pronóstico.
Al investigar una enfermedad rara conocida como hipogonadismo hipogonadotrópico congénito, los científicos han descubierto el papel clave que desempeña una enzima y el potencial terapéutico del neurotransmisor que sintetiza -el óxido nítrico- para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo en caso de prematuridad. Sus hallazgos se describen en Science Translational Medicine. También se ha puesto en marcha un ensayo clínico en el Hospital Universitario de Lille en colaboración con un hospital de Atenas (Grecia) para ir más allá y medir el efecto del óxido nítrico en los bebés prematuros.
El hipogonadismo congénito hipogonadotrópico es una enfermedad rara que se caracteriza por el retraso de la pubertad o la ausencia total de ésta en la adolescencia, lo que conduce a la infertilidad. Algunas formas de la enfermedad están causadas por la falta de producción de GnRH, una hormona producida en el cerebro que controla a distancia el desarrollo y el funcionamiento de las gónadas masculinas y femeninas a través de diversos intermediarios.
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El director de investigación del Inserm, Vincent Prévot, y su equipo estudian los diálogos entre el cerebro y el resto del cuerpo. En este caso, los científicos se fijaron en el óxido nítrico, un neurotransmisor que regula la actividad de las neuronas GnRH, y más concretamente en la NOS1, la enzima que lo sintetiza.
"El óxido nítrico suprime la actividad eléctrica de las neuronas GnRH y modula la liberación de esta hormona, por lo que no se descartó que la disfunción de la NOS1 fuera la causa del hipogonadismo congénito", explica Prévot, coordinador principal del estudio.
Para ir más allá, su equipo colaboró con un laboratorio de Lausana (Suiza) que cuenta con una cohorte de 341 pacientes con esta enfermedad. Utilizando muestras de ADN, los investigadores buscaron la presencia de mutaciones raras en el gen que codifica la enzima NOS1 y encontraron cinco mutaciones diferentes que podrían explicar la enfermedad. Algunos de los individuos presentaban, además de problemas de fertilidad, trastornos sensoriales y cognitivos (discapacidad intelectual o pérdida del oído o del olfato).
¿Una aplicación en el contexto del parto prematuro?
La siguiente etapa del estudio consistió en desarrollar un modelo de ratón deficiente en NOS1 para comprender mejor el papel de esta enzima. Los investigadores identificaron problemas de pubertad, así como alteraciones sensoriales y neurológicas en los animales, como se observa en los humanos con hipogonadismo congénito hipogonadotrópico. También observaron una exacerbación de la minipubertad en estos animales. La minipubertad se produce en todos los mamíferos justo después del nacimiento (entre uno y tres meses de edad en los seres humanos) y desencadena una activación cerebral inicial del eje que controla la reproducción antes de la pubertad "real" que se produce en la adolescencia.
Aquí los investigadores observaron que el pico de la hormona sexual asociado a esta minipubertad era dos veces mayor en los ratones deficientes en NOS1. "Esto nos llamó la atención porque los niños prematuros también suelen presentar una minipubertad más intensa de lo habitual. Y cuanto mayor es la prematuridad, mayor es el riesgo de complicaciones neurosensoriales y mentales en la edad adulta", reitera Konstantina Chachlaki, investigadora del Inserm y primera autora del estudio.
Basándose en estas observaciones, los investigadores probaron la administración de óxido nítrico en ratones deficientes en NOS1 justo después de su nacimiento, durante el periodo de minipubertad. Lo que vieron fue la reversión de todos los síntomas que habían desarrollado: los problemas de pubertad y los trastornos sensoriales y neurológicos desaparecieron. Esto fue así a largo plazo, durante el resto de sus vidas.
Lanzamiento de un ensayo clínico
Estos prometedores hallazgos podrían suponer una mejora en el cuidado de los bebés prematuros. El óxido nítrico ya se administra a algunos niños nacidos prematuramente para facilitar la apertura de los bronquios en caso de dificultades respiratorias.
"Ante esta coherencia de observaciones y prácticas, decidimos poner en marcha un ensayo clínico para comprobar el efecto del óxido nítrico en los niños prematuros, estudiando parámetros reproductivos y neurosensoriales", explican Vincent Prévot y Konstantina Chachlaki, coordinadores del proyecto europeo minNO, dedicado a investigar el papel de la minipubertad en los niños prematuros. "La administración de óxido nítrico al nacer podría reducir el riesgo de complicaciones reproductivas, sensoriales e intelectuales en los niños nacidos prematuramente. Esto es lo que vamos a tratar de comprobar a raíz de estos sorprendentes descubrimientos en ratones", continúan.
El ensayo miniNO se puso en marcha en el Hospital Universitario de Lille en colaboración con un hospital de Atenas (Grecia). El objetivo es comprobar si los niños que reciben este tratamiento llegan a experimentar una minipubertad y una pubertad normales, y si desarrollan menos complicaciones sensoriales y neurológicas en comparación con los niños prematuros a los que no se les administró óxido nítrico al nacer. El objetivo del ensayo clínico es incluir a 120 pacientes en las dos sedes (Atenas y Lille) durante 24 meses.