Los científicos investigan el aumento de los cánceres de aparición precoz y proponen nuevas estrategias para combatir la creciente epidemia

Por Tarun Sai Lomte Revisado por Susha Cheriyedath, M.Sc. 18 Sep 2024 NewsGuard 100/100 Score

El aumento de los cánceres de aparición precoz está modificando las prioridades de la sanidad pública, ya que los científicos identifican los factores ambientales y de estilo de vida que impulsan la epidemia y reclaman tratamientos innovadores y medidas preventivas.

Review: Early-onset cancers: Biological bases and clinical implications. Image Credit: Lightspring / Shutterstock Revisión: Cánceres de aparición precoz: Bases biológicas e implicaciones clínicas. Crédito de la imagen: Lightspring / Shutterstock

Un reciente estudio publicado en la revista Cell Reports Medicine analiza los cánceres de aparición precoz y sus implicaciones.

La epidemiología del cáncer ha cambiado notablemente debido a la creciente incidencia de los cánceres esporádicos de OE. Detectados convencionalmente en adultos mayores (> 65 años), estos cánceres se diagnostican cada vez más en personas menores de 50 años, incluso entre 15 y 39 años. Este cambio se observó por primera vez en Estados Unidos (EE.UU.) en la década de 1980 y posteriormente se confirmó en todo el mundo en la década de 1990.

Por lo tanto, entender por qué ha sucedido y definir el tratamiento para los adultos jóvenes con cáncer siguen siendo las principales prioridades de la investigación.

El aumento mundial de los cánceres de aparición precoz es especialmente significativo en personas de entre 20 y 49 años, y el cáncer colorrectal se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los varones jóvenes.

El estudio subraya la urgente necesidad de colaboraciones mundiales de investigación a gran escala y la integración de datos procedentes de fuentes epidemiológicas, clínicas y biológicas.

Los autores formularon hipótesis y sugirieron enfoques integrales traslacionales para hacer frente a esta epidemia.

Observaciones clínicas e hipótesis

La emergencia de los cánceres de OE como primera causa de mortalidad en las personas de 15 a 49 años subraya la importancia clínica de su recrudecimiento.

La incidencia mundial de los cánceres de EO ha aumentado alrededor de un 80% entre 1990 y 2019. Las proyecciones indican que los cánceres de mama, gastrointestinales y renales serán los más frecuentes en personas de 20 a 49 años en los próximos 15 años.

Se calcula que en 2030 un tercio de todos los casos de cáncer colorrectal se diagnosticarán en personas menores de 50 años.

El cáncer en adultos jóvenes puede afectar a la fertilidad, la educación y el empleo, repercutiendo en la calidad de vida a largo plazo.

En consecuencia, el CCE-OE es la primera causa de mortalidad por cáncer en varones estadounidenses de entre 20 y 49 años. Identificar las características biológicas de los cánceres de OE es fundamental para determinar opciones profilácticas y terapéuticas eficaces.

El aumento de la incidencia del cáncer de EO ha promovido la investigación de los mecanismos subyacentes, centrándose en el exposoma. El exposoma se refiere a la totalidad de exposiciones ambientales que experimentan los individuos, comenzando en la etapa prenatal.

Los autores enumeran las siguientes hipótesis comprobables en relación con el aumento sin precedentes de los cánceres por OE.

¿Qué sustancias ambientales a las que han estado expuestos los millennials y las generaciones posteriores han cambiado en las últimas décadas que potencialmente han aumentado la incidencia del cáncer de EO desde los años 90?

Además, ¿se aparta el EO-CRC de la ruta aceptada de tumorigénesis colorrectal (la cascada adenoma-carcinoma)?

Además, ¿siguen estos tumores el mismo camino (establecido) más rápidamente que en las personas mayores, o tienen trayectorias evolutivas distintas?

Además, si estos tumores y sus microambientes son diferentes, ¿podrían la respuesta y la resistencia de los cánceres de EO a los agentes anticancerígenos existentes ser diferentes de los cánceres en pacientes de mayor edad?

Responder a estas preguntas tendrá profundas implicaciones para las estrategias de prevención secundaria y permitirá desarrollar tratamientos más eficaces y personalizados.

Esto puede hacer necesario el desarrollo de nuevas estrategias de cribado, como métodos más frecuentes y no invasivos, como análisis de sangre adaptados para detectar estos cánceres de evolución rápida.

Impacto de los cambios en el exposoma

La mayoría de los cánceres de EO se atribuyen a cambios genéticos hereditarios, y la prevalencia de casos hereditarios se ha mantenido estable a lo largo del tiempo.

Sin embargo, sólo entre el 20% y el 30% de los cánceres de páncreas EO y EO-CRC son hereditarios, mientras que el resto son esporádicos. Las causas subyacentes están probablemente asociadas al exposoma.

La industrialización sin precedentes del último siglo ha mejorado notablemente la esperanza de vida y el bienestar. Como tal, se ha producido un aumento exponencial de las sustancias con las que interactúan los seres humanos y los animales desde el periodo prenatal.

En consecuencia, también han aumentado los carcinógenos potenciales. Datos recientes sugieren que carcinógenos específicos, como la 2-amino-1-metil-6-fenilimidazo[4,5-b]piridina (PhIP), un compuesto que se encuentra en las carnes a la parrilla, y colorantes alimentarios como el Rojo40, podrían contribuir a los cánceres por OE.

Sin embargo, se desconoce el potencial carcinógeno de la mayoría de las sustancias comerciales, incluidas las utilizadas en alimentos y bebidas.

La inflamación metabólica subclínica crónica y la mutagénesis inducida por el estilo de vida occidental podrían haber contribuido a los cánceres en la población joven.

La occidentalización de la dieta ha aumentado la exposición a carcinógenos conocidos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, los compuestos N-nitroso, etc., ampliamente utilizados en comidas congeladas, comidas rápidas y embutidos, especialmente en las zonas metropolitanas.

Además, la contaminación atmosférica, en particular las PM2,5, se ha implicado en el desarrollo de cánceres de pulmón al promover el estrés oxidativo y la desregulación inmunitaria. Estas moléculas, acompañadas de déficits de nutrientes protectores, podrían haber contribuido al aumento de los cánceres de OE al promover el estrés oxidativo e inducir aductos en el ADN.

Además, la obesidad, la escasa actividad física, la diabetes, el síndrome metabólico y unas condiciones socioeconómicas menos favorables asociadas a una mayor ingesta de alimentos procesados y de baja calidad se han correlacionado con un riesgo elevado de cáncer de OE.

El estudio también llama la atención sobre la creciente preocupación por las micro y nanofibras de plástico, que pueden actuar como vectores de otros carcinógenos y están relacionadas con riesgos para la salud a largo plazo, incluido el cáncer. Además, el uso de fertilizantes, antibióticos, hormonas y pesticidas en la agricultura y la ganadería podría estar relacionado con la creciente incidencia de los cánceres EO.

Cabe destacar que los cambios en el exposoma no se limitan al ejercicio y los hábitos alimentarios. El uso indiscriminado de medicamentos comunes podría estar relacionado con los cánceres de OE debido a su genotoxicidad para las células humanas y su impacto en la microbiota intestinal.

Además, la exposición a patógenos específicos podría ser cancerígena para las células humanas. El estudio sugiere que el mayor uso de antibióticos, sobre todo en la infancia, puede alterar la microbiota intestinal, aumentando el riesgo de cánceres gastrointestinales por OE.

Recientemente se ha informado de que la contaminación atmosférica impulsa el desarrollo del cáncer de pulmón no microcítico.

Mejoras en el tratamiento del cáncer

de OE

El hecho de que los cánceres de OE sean biológicamente distintos de los cánceres de aparición más tardía puede tener implicaciones para la eficacia de las modalidades terapéuticas médicas y quirúrgicas.

Los clínicos son propensos a tratar en exceso a los pacientes con cáncer de OE con enfoques más intensivos, a pesar de la falta de pruebas de una mejora en los beneficios de supervivencia.

Se ha especulado con la posibilidad de que los cánceres (específicos) de OE presenten una respuesta diferente a los tratamientos habitualmente eficaces en los cánceres de aparición estándar.

Los autores abogan por enfoques terapéuticos más específicos, apoyados por perfiles multiómicos, para descubrir alteraciones moleculares específicas en los cánceres de OE.

El desarrollo de terapias a medida requerirá la elaboración de perfiles exhaustivos (multiómicos) de los cánceres de OE para descubrir las características moleculares subyacentes a las alteraciones susceptibles de fármacos.

Además, la exploración de nuevos regímenes de tratamiento puede incluir combinaciones de terapias dirigidas novedosas/existentes, inmunoterapias y quimioterapias convencionales.

Estos esfuerzos de investigación también deberían centrarse en minimizar los efectos adversos y mejorar la calidad de vida en general.

Integrómica del

cáncer de EO

Desentrañar las interacciones y los efectos de las exposiciones, las predisposiciones, las trayectorias evolutivas y la tumorigénesis de los cánceres de EO será todo un reto.

Sin embargo, la integración eficaz de estudios epidemiológicos y de cohortes, biobancos especializados de muestras de cáncer de OE, datos clinicopatológicos y de exposición, y plataformas de modelos preclínicos será fundamental para el éxito.

Este enfoque integrado ha sido acuñado por los autores como el "integrome del cáncer de OE", que representa un marco global para estudiar los cánceres de OE.

Los autores creen que esto conduciría finalmente al desarrollo del integroma del cáncer de OE. Se han dado los primeros pasos en esta dirección, lo que sugiere su viabilidad.

La creciente disponibilidad de herramientas de inteligencia artificial será crucial para integrar la ómica con los datos clínicos y epidemiológicos.

Los modelos preclínicos serán fundamentales para probar funcional y mecánicamente las hipótesis especificadas.

Observaciones finales

En conjunto, es necesario desentrañar las causas de los cánceres de OE para proteger a las generaciones futuras de esta epidemia.

De este modo, el estudio ilustró cómo deben integrarse los resultados epidemiológicos, clínicos y experimentales traslacionales para desarrollar una base de conocimientos exhaustiva sobre la biología del cáncer de OE.

Los investigadores subrayan que hacer frente a la epidemia de cáncer de EO requerirá un esfuerzo global y coordinado, aprovechando tecnologías emergentes como la IA y la multiómica para descubrir nuevos conocimientos biológicos.

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