Fugas de líquido amniótico: cómo saberlo

Fugas de líquido amniótico: cómo saberlo

Al final del embarazo, puede ser difícil distinguir el líquido amniótico de la orina. El líquido amniótico es transparente y de color blanco, sin olor. Suele empapar la ropa interior. La orina es amarilla y olorosa.

El líquido amniótico es el colchón de líquido caliente que protege y sostiene al bebé mientras crece en el útero. Este importante líquido contiene:

  • hormonas
  • células del sistema inmunitario
  • nutrientes
  • hormonas
  • la orina de tu bebé

En su nivel más alto, el líquido amniótico de tu vientre es de alrededor de 1 litro. Después de 36 semanas de embarazo, los niveles de líquido empiezan a disminuir a medida que el cuerpo se prepara para el parto.

Cuando el médico realice ecografías antes del parto, calculará la cantidad de líquido amniótico que rodea al bebé. Es posible que el líquido empiece a gotear en algún momento.

Si sale demasiado líquido, se habla de oligohidramnios. El líquido también puede salir a borbotones debido a la rotura de la bolsa amniótica. Es lo que se conoce como rotura de membranas.

A veces puede ser difícil saber si el líquido que pierdes es líquido amniótico. A continuación te explicamos los síntomas.

¿Qué se considera un nivel normal de líquido amniótico?

La cantidad de líquido amniótico que amortigua al bebé tiende a aumentar a medida que avanza el embarazo, alcanzando su punto máximo en torno a la semana 36.

Los niveles de fluidos a lo largo del embarazo podrían estar alrededor:

  • 60 mililitros (mL) a las 12 semanas de gestación
  • 175 ml a las 16 semanas de gestación
  • 400 a 1.200 ml entre las semanas 34 y 38 de gestación

Tu médico puede medir los niveles de líquido amniótico mediante una ecografía. Existen dos cálculos sobre las formas de medirlo, conocidos como índice de líquido amniótico (ILA) o bolsa vertical máxima (VPM).

Los médicos consideran que sus niveles de líquido son bajos si su AFI es inferior a 5 centímetros (cm) o su VPM es inferior a 2 cm.

Síntomas de la pérdida de líquido amniótico

Piensa en el saco amniótico como si fuera un globo de agua. Si bien es posible que se rompa el globo y se produzca un fuerte chorro de líquido (lo que se conoce como rotura de bolsa), también es posible que se forme un pequeño orificio en el saco. Esto puede provocar una lenta pérdida de líquido amniótico.

Cuando estás embarazada, puedes tener la sensación de que todo gotea: Tu vejiga se llena más deprisa y puedes tener pérdidas de orina. Los tejidos vaginales también pueden producir más líquido para facilitar la expulsión del bebé. Por eso puede ser difícil determinar si el líquido es orina, líquido amniótico o flujo vaginal.

El líquido amniótico puede tener algunas de las siguientes cualidades:

  • transparente, blanquecino y/o teñido de moco o sangre
  • sin olor
  • a menudo satura la ropa interior

Normalmente, la orina tiene olor. El flujo vaginal suele ser de color blanco o amarillo.

Otra forma de determinar si se trata de líquido amniótico es vaciar primero la vejiga. Colócate una compresa o un salvaslip en la ropa interior y examina el líquido que queda en la compresa al cabo de 30 minutos o una hora. Si el líquido es de color amarillo, es probable que sea orina. Si no lo es, podría tratarse de líquido amniótico.

Otra opción es ponerte una compresa o un salvaslip y concentrarte en mantener tensos los músculos del suelo pélvico, como si intentaras detener el chorro de orina. Si haces esto y no ves ningún líquido en la compresa, es probable que el líquido que veas sea orina.

Factores de riesgo de pérdida de líquido amniótico

La pérdida de líquido amniótico puede ser peligrosa para usted y su bebé en cualquier momento del embarazo. Aunque de forma natural puede perder una pequeña cantidad de líquido, perder demasiado puede ser perjudicial.

Las pérdidas de líquido amniótico durante el primer y/o segundo trimestre pueden causar complicaciones, como:

  • defectos de nacimiento
  • aborto espontáneo
  • nacimiento prematuro
  • muerte fetal

Durante el tercer trimestre, los niveles bajos de líquido amniótico pueden provocar:

  • dificultades durante el parto, como la compresión del cordón umbilical, que puede afectar a la capacidad del bebé para obtener oxígeno
  • mayor riesgo de parto por cesárea
  • crecimiento más lento

Existen varios tratamientos para los niveles bajos de líquido amniótico si el suyo ha perdido demasiado. Su médico puede aconsejarle la mejor opción de tratamiento.

Cuándo llamar a su médico

Llame a su médico inmediatamente si el líquido tiene un tinte verdoso o amarillo parduzco. Esto puede indicar que tu bebé ha defecado en el útero, lo que puede causar complicaciones respiratorias cuando nazca.

También debes llamar al médico si crees que se han roto las membranas, lo que también se conoce como "romper aguas". Debes anotar el color de la secreción para comunicárselo a tu médico. Es probable que te indiquen que te dirijas al hospital.

Próximos pasos

Se calcula que cada hora se repone un tercio del líquido amniótico. Esto significa que tu bebé no estará "seco" aunque estés perdiendo líquido amniótico. Pero es posible que la rotura de membranas signifique que el parto es inminente y/o que se introduzcan bacterias en tu útero. Por este motivo, es importante que busques tratamiento si crees que podrías estar perdiendo líquido amniótico.

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