Un estudio revela disparidades sociales en la consecución de nacidos vivos tras el tratamiento antirretrovírico
Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología 8 jul 2024
Una investigación novedosa, presentada hoy en la 40ª Reunión Anual de la ESHRE en Ámsterdam, revela disparidades sociales significativas en la consecución de nacidos vivos tras un tratamiento con tecnología de reproducción asistida (TRA). Las mujeres con estudios de investigación (doctorado) tenían tres veces más probabilidades de tener un hijo nacido vivo que las que habían cursado estudios primarios, mientras que las mujeres del grupo de ingresos más altos tenían el doble de probabilidades que las del grupo de ingresos más bajos.
Realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague y el Hospital Universitario de Copenhague (Rigshospitalet), el estudio nacional basado en registros analizó los datos de 68.738 mujeres de entre 18 y 45 años que se sometieron a tratamiento antirretroviral en Dinamarca entre 1994 y 2017. El resultado primario investigado fueron los nacidos vivos tras iniciar el tratamiento antirretroviral.
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El estudio descubrió que la posibilidad de lograr un primer nacido vivo tras iniciar el tratamiento antirretroviral aumentaba progresivamente con niveles más altos de educación e ingresos. Las mujeres con estudios de investigación presentaban la mayor probabilidad (HR=3,02 [IC 95%: 2,71; 3,35]), en comparación con las que tenían estudios primarios. Además, las mujeres del grupo de ingresos más altos tenían el doble de probabilidades de conseguir un nacido vivo que las del grupo de ingresos más bajos.
Las mujeres desempleadas eran las que tenían menos probabilidades de éxito, ya que tenían un tercio menos de probabilidades de tener un hijo nacido vivo tras el tratamiento antirretroviral que las mujeres empleadas [HR=0,67 [IC 95%: 0,64; 0,69]).
Estos hallazgos fueron consistentes en los diferentes grupos de edad examinados y tanto para las mujeres sin hijos como para las mujeres que tenían uno o varios hijos antes del tratamiento antirretroviral, lo que indica una sólida asociación entre la posición socioeconómica y la consecución de un nacido vivo tras el inicio del tratamiento antirretroviral.
Rikke Bruun Uggerhøj, autora principal del estudio, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhague, comenta: "Aunque estudios anteriores han sugerido una relación entre un estatus socioeconómico más alto y mejores resultados de las TRA, nuestra investigación profundiza más, aportando datos claros sobre la influencia específica de la educación, el empleo y los ingresos a la hora de determinar el éxito de los tratamientos de fertilidad."
"Nuestros resultados confirman que las mujeres con un estatus socioeconómico más alto tenían más probabilidades de lograr un nacido vivo. Los subanálisis revelaron que eran más propensas a continuar el tratamiento antirretroviral tras intentos fallidos, lo que podría explicar la desigualdad social observada en la consecución de un nacido vivo tras el tratamiento antirretroviral."
"Lo sorprendente, sin embargo, fue que incluso en Dinamarca, donde actualmente se ofrecen de forma gratuita tres nuevos tratamientos antirretrovirales, la desigualdad social influyó en la probabilidad de iniciar un segundo y un tercer tratamiento antirretroviral. Esto sugiere que hay factores más allá de la carga económica que contribuyen a estas disparidades en los resultados."
La infertilidad va en aumento en todo el mundo, con una prevalencia estimada a lo largo de la vida del 17,5% [2]. A medida que este problema siga creciendo, se espera que aumente la demanda de tratamientos de fertilidad [3]. Garantizar un acceso justo a estos tratamientos y unos resultados equitativos es, por tanto, crucial para atender las necesidades de las personas y parejas que sufren infertilidad, independientemente de su estatus socioeconómico.
Al respecto, la investigadora postdoctoral Ditte Vassard, coautora de la investigación del Hospital Universitario de Copenhague (Rigshospitalet), afirma: "En el contexto de este estudio, está claro que las limitaciones económicas por sí solas no siempre determinan los resultados; entran en juego múltiples factores socioeconómicos. Por ejemplo, las mujeres con niveles educativos más altos pueden tener trabajos que ofrezcan flexibilidad o adaptaciones a las responsabilidades relacionadas con el tratamiento, lo que les ayuda a continuar el tratamiento antirretroviral tras intentos fallidos."
"Para abordar eficazmente las disparidades en los resultados, los responsables políticos y los profesionales sanitarios deben adoptar un enfoque integral que reconozca y aborde los retos polifacéticos a los que se enfrentan las personas en su vida, incluidas las consideraciones prácticas, las limitaciones de recursos y la carga emocional."
Este importante estudio pone de relieve la complejidad de los factores socioeconómicos que influyen en los resultados de los tratamientos antirretrovirales. Los autores descubrieron que incluso un alto nivel de financiación pública de estos tratamientos no basta para evitar las desigualdades sociales en los resultados finales. Las implicaciones políticas y sociales de estos hallazgos merecen una profunda consideración por parte de todos los interesados."
Profesor Dr. Carlos Calhaz-Jorge, Presidente saliente de la ESHRE
El resumen del estudio se publicará hoy en Human Reproduction, una de las principales revistas mundiales de medicina reproductiva.