Efectos de la restricción de tiempo y calorías en las hormonas sexuales
Por Tarun Sai Lomte Revisado por Lily Ramsey, LLM 14 Jun 2024
Un estudio reciente publicado en el European Journal of Clinical Nutrition evaluó los efectos de la alimentación restringida en el tiempo (ERT) y la restricción calórica (RC) sobre las hormonas sexuales.
Estudio: Efecto de la alimentación restringida en el tiempo frente a la restricción calórica diaria sobre las hormonas sexuales en varones y mujeres con obesidad. Crédito de la imagen: goffkein.pro/Shutterstock.com
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Antecedentes
TRE es una intervención de pérdida de peso, con una ventana de alimentación reducida (4-10 horas) y ayuno durante el tiempo restante con bebidas no energéticas.
A pesar de los beneficios de la ERT para la salud, existen dudas sobre su impacto en las hormonas sexuales. Es decir, algunas investigaciones afirman que la ERT puede afectar negativamente a los niveles de estrógeno, lo que podría provocar irregularidades en el ciclo menstrual y problemas de fertilidad.
Del mismo modo, algunas investigaciones en varones afirman que la ERT podría reducir la testosterona, la masa muscular y la libido. Sin embargo, se desconoce en gran medida el impacto de la ERT sobre las hormonas sexuales debido a la escasez de bibliografía.
Además, los ensayos han sido pequeños, carecían de controles y eran de corta duración, sin que ningún estudio evaluara los efectos más allá de los dos meses.
Acerca del estudio
En el presente estudio, los investigadores evaluaron los efectos de la ERT sobre las hormonas reproductivas en varones y mujeres premenopáusicas y postmenopáusicas en comparación con la RC, y no se realizó ninguna intervención durante 12 meses.
Se trató de un análisis secundario de un ensayo publicado que comparaba los efectos de la RC y la ERT sobre los factores de riesgo metabólico y el peso corporal. Se incluyeron individuos de 18 a 65 años, con un índice de masa corporal entre 30 kg/m2 y 50 kg/m2.
Se excluyó a las personas fumadoras, embarazadas, diabéticas, que trabajaban por turnos, perimenopáusicas, que utilizaban un dispositivo intrauterino, que recibían terapia hormonal sustitutiva o que habían tenido un peso inestable en los últimos tres meses. Los sujetos se asignaron aleatoriamente a los grupos CR, TRE o control. El ensayo incluyó fases de pérdida de peso y de mantenimiento durante seis meses cada una.
Los sujetos TRE comieron ad libitum entre las 12 y las 20 horas y ayunaron posteriormente con bebidas no energéticas hasta el mediodía del día siguiente durante los seis meses iniciales. Durante la fase de mantenimiento, se amplió el periodo de TRE (de 10 a 20 horas).
Por otro lado, el grupo de RC redujo la ingesta energética en un 25% diario durante los seis primeros meses y consumió sus necesidades energéticas calculadas en los seis meses siguientes.
A los controles se les pidió que mantuvieran un ejercicio, unos hábitos alimentarios y un peso regulares. Se recogieron muestras de sangre en ayunas; se midieron los niveles circulantes de testosterona total, dehidroepiandrosterona (DHEA), progesterona, estrona, estradiol y globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG).
Un análisis de covarianza de dos vías comparó los cambios entre grupos. La relación entre las hormonas sexuales y el peso corporal se evaluó mediante coeficientes de correlación de Spearman o Pearson.
Resultados
Se seleccionó a 126 participantes; 30 individuos fueron asignados aleatoriamente a los grupos de estudio. De ellos, 77 completaron el estudio de 12 meses; los análisis se limitaron a 73 participantes que habían completado el estudio y disponían de sangre suficiente para realizar mediciones hormonales.
De ellos, 10, 44 y 19 eran varones y mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas, con una media de 42, 39 y 56 años, respectivamente. Se observó una reducción significativa del peso corporal en los grupos TRE y CR en relación con los controles en el mes 12.
Sin embargo, no hubo diferencias entre los grupos CR y TRE. Los niveles de SHBG, DHEA y testosterona total en mujeres y varones no variaron con el tiempo ni entre los grupos.
Sólo se midieron la progesterona, el estradiol y la estrona en mujeres posmenopáusicas; sus niveles no variaron en los grupos de intervención. Además, la pérdida de peso no guardó relación con los cambios en los esteroides sexuales tanto en hombres como en mujeres.
Conclusiones
En resumen, la ERT induce una pérdida de peso significativa pero no afecta a las hormonas sexuales en varones o mujeres con obesidad durante 12 meses en comparación con la RC y los controles.
Es posible que se produjeran cambios en las hormonas sexuales durante los meses iniciales de la intervención, que volvieron gradualmente a los niveles de referencia a medida que el peso corporal se estabilizaba con el tiempo. No obstante, son necesarias más investigaciones para corroborar estos resultados.