Las inversiones de capital privado en sanidad se asocian a mayores costes para pacientes y pagadores
Revisado por Lily Ramsey, LLM Jul 20 2023
Un equipo de investigación supervisado por un investigador de política sanitaria de la Universidad de Chicago ha descubierto que las cada vez más frecuentes inversiones de capital privado en sanidad suelen ir asociadas a mayores costes para pacientes y pagadores. Así se desprende de un nuevo estudio publicado el 19 de julio en The BMJ. Se cree que el estudio es la primera revisión sistemática de las tendencias mundiales de propiedad de capital privado en entornos médicos.
En las últimas décadas, la actividad del capital riesgo en el sector sanitario se ha disparado, con la compra por parte de instituciones financieras de hospitales, residencias de ancianos y clínicas de fertilidad, es decir, prácticamente todos los ámbitos de la sanidad. Las noticias han puesto de relieve el aumento de las inversiones de capital riesgo y varios estudios se han propuesto examinar el fenómeno, pero hasta ahora no se había realizado ningún estudio sistemático de envergadura sobre la actividad mundial de capital riesgo en el sector sanitario. Este estudio pretende llenar ese vacío".
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Joseph Dov Bruch, PhD, profesor adjunto de Ciencias de la Salud Pública en la UChicago, coautor principal del estudio
La financiación de capital privado puede proceder de múltiples tipos de instituciones, y las distintas empresas aplican estrategias de inversión diferentes. Por ello, según Bruch, el equipo quiso analizar las tendencias generales para calibrar el impacto en el sector sanitario en su conjunto, en lugar de limitar el análisis a un ámbito específico.
Aunque la influencia del sector financiero ha crecido en muchos campos, "el capital riesgo está especialmente interesado en la sanidad por las muchas lagunas y estrategias de reducción de costes que existen en esta industria", dijo Bruch.
Mediante una búsqueda global, Bruch y su equipo de investigación encontraron 55 estudios académicos previos que investigaban el capital riesgo en la atención sanitaria y realizaron una revisión sistemática en cuatro dimensiones: calidad de la atención sanitaria, coste para los pagadores y los pacientes, coste para los operadores sanitarios y resultados sanitarios. Descubrieron que en todos los entornos sanitarios estudiados, las adquisiciones de capital privado han aumentado desde el año 2000. En las cuatro dimensiones, la inversión de capital privado se asoció más estrechamente con un aumento de hasta el 32% de los costes para pagadores y pacientes. La propiedad de capital privado también se asoció con efectos entre desiguales y perjudiciales sobre la calidad de la asistencia sanitaria, mientras que el impacto sobre los resultados sanitarios y los costes de los operadores no fue concluyente.
Los defensores del capital riesgo han argumentado que las aportaciones de efectivo de las empresas financieras aportan beneficios directos a los pacientes. Sin embargo, los resultados del estudio del equipo no respaldan esta hipótesis. Los autores no identificaron ningún efecto beneficioso sistemático de la propiedad de capital privado.
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"El hecho de que no observemos mejoras significa que no estamos viendo indicios claros de que el capital riesgo haga más eficiente la asistencia sanitaria reduciendo la carga administrativa, agilizando los procesos u ofreciendo avances tecnológicos", afirma Bruch.
Los investigadores esperan que el estudio sirva para que los profesionales sanitarios, los responsables políticos y los ciudadanos sean más conscientes de la creciente influencia del sector financiero en el sistema sanitario. Además, según el equipo, es posible que los profesionales sanitarios deban prestar más atención a la carga financiera que soportan los pacientes. Y los investigadores creen que sus hallazgos pueden suscitar un mayor debate político sobre la regulación antimonopolio y la legislación relativa al ejercicio de la medicina por parte de las empresas.
Aunque es posible que los pacientes no puedan identificar cambios concretos en la atención que reciben, Bruch afirma que es bueno saber que el hospital, la residencia de ancianos, la consulta del médico o el centro de tratamiento de fertilidad de uno puede ser propiedad de capital privado y que estas empresas tienen objetivos financieros específicos que pueden influir en las decisiones sobre la atención.
"Se ha hecho del capital riesgo el hombre del saco", dijo Bruch. "Ciertamente es un importante actor financiero en creciente actividad, y la evidencia sugiere que debería suscitar importantes preocupaciones para los pacientes, pero es un síntoma de un sistema sanitario cada vez más financiarizado."
El equipo sigue investigando el papel del capital riesgo, los consultores de gestión, los prestamistas financieros y los fondos de inversión inmobiliaria en la sanidad.