¿El estrés te catapultará a un parto prematuro?
Aunque el estrés puede ser más difícil de manejar durante el embarazo, es importante intentar relajarse. El estrés, especialmente el crónico, puede aumentar el riesgo de tener un bebé pequeño o de sufrir un parto prematuro.
Estrés y parto prematuroEl inicio del parto es un proceso complejo que no se comprende del todo. En él intervienen múltiples hormonas y sistemas corporales, tanto de la madre como del bebé, y es muy difícil predecir cuándo se iniciará el parto. Como el parto es complicado y difícil de estudiar, los científicos no pueden asegurar que el estrés provoque un parto prematuro.
Sin embargo, existe una asociación. En otras palabras, los estudios demuestran que las madres que experimentan más estrés tienen más probabilidades de ponerse de parto antes de tiempo, por lo que el estrés aumenta el riesgo de que la madre tenga un parto prematuro. En situaciones de estrés, el cuerpo reacciona de varias maneras. Por ejemplo, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan, y las hormonas inundan el cuerpo.
La transferencia de blastocistos, asociada a un mayor riesgo de parto prematuro y a un mayor tamaño para la edad gestacional
Todo lo que nadie te ha dicho de tu cuerpo tras el parto
Es importante saber que el estrés puede ser agudo o crónico.
- Con el estrés agudo, la reacción del cuerpo es temporal y de corta duración. Después, el cuerpo vuelve a su estado normal.
- Con el estréscrónico, lo que molesta es continuo o se repite. Como resultado, el cuerpo nunca vuelve a su estado normal.
El estrés agudo no aumenta las posibilidades de que una madre tenga un parto prematuro. Si tiene, por ejemplo, una discusión ocasional con el padre de su bebé o tiene problemas para pagar las facturas a veces, no corre un riesgo mayor. Sin embargo, los cambios que el estrés crónico produce en el organismo son los que los médicos creen que pueden contribuir al parto prematuro.
El estrés crónico provoca cambios a largo plazo en el sistema vascular del cuerpo, en los niveles hormonales y en la capacidad para combatir las infecciones. Todos estos cambios podrían influir en el inicio del parto antes de que el bebé llegue a término (al menos 37 semanas de gestación).
Por ejemplo, enfrentarse a un divorcio, a la muerte de un ser querido, al desempleo de larga duración o a la ansiedad relacionada con el embarazo puede provocar el tipo de estrés crónico que aumenta el riesgo de parto prematuro.
Cómo reducir el estrés durante el embarazoHay algunas cosas que puedes hacer para reducir el estrés durante el embarazo (y también son excelentes ideas si no estás embarazada). Es necesario investigar más sobre qué estrategias de relajación ayudan a reducir el riesgo de parto prematuro, pero cualquier cosa que reduzca el estrés crónico podría aumentar las posibilidades de tener un bebé a término.
- Terapias alternativas: Se ha demostrado que los masajes, la aromaterapia, la acupuntura y la hipnoterapia ayudan a reducir el estrés. (Aunque hay que tener en cuenta que ningún estudio ha demostrado si reducen el riesgo de parto prematuro, específicamente).
- Asesoramiento: En un pequeño estudio, los investigadores descubrieron que las madres con estrés crónico que recibían asesoramiento psicológico durante sus embarazos tenían menos probabilidades de dar a luz antes de tiempo.
- Ejercicio: Las actividades de bajo impacto que se suelen recomendar durante el embarazo son caminar a paso ligero, nadar, hacer bicicleta estática y utilizar una elíptica o una escaladora. Se ha demostrado que el yoga mejora los resultados del embarazo y reduce el riesgo de parto prematuro. Hable con su médico sobre el ejercicio seguro durante el embarazo y lo que debe evitar (como acostarse sobre la espalda o el estómago).