¿Cómo llevar un control del pH vaginal?
Control de pH vaginal: ¿por qué debemos medirlo?
El pH hace referencia al grado de acidez de una disolución. Por lo tanto, al medir el pH vaginal, estamos conociendo el nivel de acidez de la mucosa vaginal en un momento concreto. Cuando el pH es igual a 7.0, se conoce como pH neutro. Cuando los es considerado ácido es porque el pH es superior a 7.0 y, cuando es menor, se considera de valores alcalinos.
El pH de la vagina varía durante los diferentes momentos del ciclo de la mujer, pero también varía a lo largo de su vida. Midiéndolo cada cierto tiempo podemos conocer su estado y las alteraciones que este sufre, conociendo también así los desequilibrios que se pueden estar sufriendo y la forma de corregirlos.
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¿Cómo medir el pH vaginal?
En cada exploración ginecológica puede hacerse una prueba para conocer el pH vaginal, pero no es necesario acudir al ginecólogo solo para esto ya que podemos hacerlo nosotras mismas. Sí es importante acudir a un médico para que lo haga en el caso de que presentemos síntomas molestos en la zona ya que midiendo el pH en estos casos nos será más fácil saber qué es lo que está provocando estos síntomas.
Para medir el pH vaginal necesitamos tiras de papel tornasolado o, en el caso de que sea posible, de electrodos de medida de pH. En ambos casos podremos obtener los datos decimales que nos digan si el pH de nuestra vagina, en ese momento determinado, es neutro o si por el contrario está por encima o por debajo de 7.0.
¿Qué pasa si tenemos el pH alto?
Hay varios factores que pueden influir en el grado de acidez de nuestra vagina elevando el pH por encima de 5.0. Por ejemplo, las duchas vaginales, las cuales no son recomendables ni mucho menos necesarias para mantener la vagina limpia. También influyen las infecciones, el exceso de moco cervical o la presencia de semen, cuyo pH suele ser más alto.
El control del pH vaginal nos ayudará a saber más sobre el estado de nuestra vagina y su salud.
