Mejora el éxito de la FIV con la dieta mediterránea, según un estudio

Por Dr. Liji Thomas, MD Revisado por Benedette Cuffari, M.Sc. Ago 27 2024 NewsGuard 100/100 Score

Study: The Role of the Mediterranean Diet in Assisted Reproduction: A Literature Review. Image Credit: Tatjana Baibakova / Shutterstock.com Estudio: El papel de la dieta mediterránea en la reproducción asistida: A Literature Review. Crédito de la imagen: Tatjana Baibakova / Shutterstock.com

La dieta mediterránea puede mejorar las tasas de embarazo clínico y de nacidos vivos en mujeres sometidas a técnicas de reproducción asistida

En un reciente estudio publicado en la revista Nutrients, investigadores de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas (Grecia) analizaron cómo la dieta mediterránea favorece la fertilidad.

Los beneficios para la salud de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea implica un mayor consumo de aceite de oliva, cereales integrales, legumbres y frutos secos, un consumo moderado de pescado y carne blanca, y poca carne roja o alimentos procesados.

Los efectos cardioprotectores de la dieta mediterránea están bien demostrados, al igual que su asociación con tasas reducidas de síndrome metabólico, diabetes mellitus y algunos tipos de cáncer. Algunos estudios también sugieren que esta dieta aumenta la fertilidad y favorece mejores resultados en las parejas que utilizan tecnología de reproducción asistida (TRA).

La infertilidad se diagnostica en el 15% de las parejas en edad reproductiva. Las TRA, que incluyen procedimientos como la fecundación in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), se utilizan cada vez más para superar los obstáculos a la concepción; sin embargo, estos tratamientos son caros e invasivos.

La dieta se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes y mortalidad general. La adherencia a esta dieta también puede favorecer el control del peso y la salud cognitiva.

Se ha demostrado que la dieta mediterránea mejora el semen y su calidad, la morfología y el desarrollo del embrión y el entorno de implantación, todo lo cual mejora sinérgicamente los resultados de fertilidad tras las TRA. Aunque se han investigado los efectos de los distintos elementos nutricionales sobre la fertilidad, los nutrientes de una dieta actúan conjuntamente para producir sus efectos.

Acerca del estudio

La presente revisión examina el papel de la dieta mediterránea en relación con los resultados reproductivos en parejas sometidas a TRA. Se incluyeron siete estudios en la revisión actual, todos los cuales utilizaron diversos cuestionarios de frecuencia de alimentos (FFQ) para estimar el grado de adherencia a la dieta mediterránea.

Los resultados de los estudios fueron heterogéneos, con niveles de adherencia que variaban significativamente de un estudio a otro. Esta observación subraya la importancia de desarrollar protocolos y métodos estandarizados para futuras investigaciones alimentarias. Los protocolos de terapia antirretroviral también variaron entre los estudios, con diferentes agentes hormonales utilizados solos o en combinación.

¿Cómo afecta la dieta mediterránea a los resultados reproductivos?

En general, los estudios revisados informaron de que las parejas con una mayor adherencia a la dieta mediterránea tenían entre un 40 y un 100% más de probabilidades de lograr un embarazo clínico. El número de óvulos o la calidad de los embriones no se asociaron con el cumplimiento de la dieta. Las tasas de nacidos vivos fueron 2,5 veces superiores con una mayor adherencia a la dieta mediterránea; sin embargo, no se observó una relación dosis-respuesta.

Otros estudios no lograron demostrar asociaciones positivas entre la dieta mediterránea y mejores resultados reproductivos, así como un mejor número de ovocitos y calidad embrionaria. De hecho, un estudio informó de una respuesta ovárica un 70% más pobre a la terapia antirretroviral en mujeres que consumían la dieta mediterránea.

La edad puede estar implicada en estas asociaciones, ya que un estudio descubrió que las tasas de nacidos vivos y de embarazo clínico mejoraban significativamente en las mujeres de 35 años o menos. Por el contrario, un segundo estudio indicó una reducción marginal del riesgo de no lograr un embarazo clínico en mujeres mayores de 35 años que declararon una adherencia intermedia a la dieta mediterránea.

Conclusiones

La dieta mediterránea parece tener un efecto favorable en los resultados de las TRA, concretamente en las tasas de embarazo clínico y de nacidos vivos. No obstante, se necesitan más estudios, ya que estas asociaciones no fueron lineales y no mostraron una relación dosis-respuesta.

En el presente estudio se identificó un índice de concordancia del 65% entre los distintos métodos de puntuación utilizados. Aunque este dato es creíble, subraya la necesidad de herramientas de evaluación estandarizadas en este ámbito.

Los componentes de la dieta mediterránea mejoran la receptividad endometrial, favorecen la implantación, promueven el desarrollo placentario del embrión y favorecen un embarazo sano gracias a su aporte nutricional cualitativo, incluida su actividad antioxidante y antiinflamatoria.

Además, la dieta mediterránea reduce la inflamación sistémica, combate el estrés oxidativo y favorece un metabolismo saludable de la glucosa. Estos efectos se traducen en un microambiente endometrial más sano que mejora las probabilidades de implantación y desarrollo embrionario.

Debería informarse a las parejas que manifiesten interés por las TRA sobre los beneficios potenciales de la dieta mediterránea. Si siguen esta dieta, estas parejas deberían ser objeto de seguimiento como parte de futuros programas de investigación que aporten pruebas adicionales a favor o en contra de estas conclusiones provisionales y a veces contradictorias. El ajuste de los componentes individuales de la dieta en función de las restricciones personales y médicas también podría mejorar la adherencia.

En el futuro, se necesitan estudios rigurosos para obtener conclusiones definitivas sobre el beneficio de la dieta mediterránea en parejas en tratamiento antirretroviral. Más concretamente, deben realizarse estudios multicéntricos más amplios que garanticen la potencia estadística para detectar cambios en los resultados, así como un periodo de seguimiento adecuado. También deben desarrollarse métodos objetivos para estas evaluaciones.

Los investigadores también pueden mejorar la calidad de los datos mediante reuniones virtuales, análisis de biomarcadores y consultas con expertos a través del teléfono o de plataformas digitales. Los marcadores genéticos también podrían incluirse en estos análisis para mejorar las recomendaciones dietéticas.

Dieta mediterránea

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