Una mala alimentación puede reducir las posibilidades de quedarse embarazada
4 de mayo de 2018
Nuevos hallazgos publicados en Human Reproduction sugieren que las mujeres que consumen demasiada comida basura y poca fruta tardan más en quedarse embarazadas y tienen menos probabilidades de concebir en el plazo de un año.
Crédito: Syda Productions/Shutterstock.com
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Problemas de fertilidad: mala alimentación
Investigadores del Instituto de Investigación Robinson de la Universidad de Adelaida entrevistaron a 5.590 mujeres del Reino Unido, Irlanda, Nueva Zelanda y Australia sobre sus hábitos alimentarios. Las matronas hicieron estas preguntas durante la visita prenatal inicial a las que no habían dado a luz antes.
La profesora Claire Roberts, Lloyd Cox Professorial Research Fellow, del Instituto de Investigación Robinson de la Universidad, que dirigió el estudio, declaró: "Los resultados muestran que seguir una dieta de buena calidad que incluya fruta y reducir al mínimo el consumo de comida rápida mejora la fertilidad y reduce el tiempo necesario para quedarse embarazada".
Las mujeres que consumían fruta entre una y tres veces al mes tardaban dos semanas más en quedarse embarazadas que las que la consumían más de tres veces al día durante el mes anterior a la concepción.
También se descubrió que quienes comían comida rápida cuatro o más veces por semana tardaban casi un mes más en concebir. 2204 de las parejas que participaron en el estudio se quedaron embarazadas en el plazo de un mes, mientras que 2204 fueron consideradas infértiles por tardar más de un año en concebir.
La probabilidad de quedarse estéril aumentó del 8% al 16% en las mujeres que consumían comida basura cuatro o más veces por semana, y del 8% al 12% en las que descuidaban su ingesta de fruta.
Recomendamos que las mujeres que deseen quedarse embarazadas ajusten su ingesta alimentaria a las recomendaciones dietéticas nacionales para el embarazo. Nuestros datos muestran que el consumo frecuente de comida rápida retrasa el momento del embarazo."
Dra. Jessica Grieger, Universidad de Adelaida
Hasta ahora no se han investigado los efectos de la dieta materna antes de la concepción, ya que los estudios anteriores se han centrado más en el impacto que la dieta puede tener en las mujeres sometidas a tratamiento o clasificadas como estériles.
El estudio que aquí se presenta se llevó a cabo entre 2004 y 2011 en el estudio multicéntrico Screening for Pregnancy Endpoints (SCOPE). 340 de las 5.598 participantes habían recibido tratamientos de fertilidad antes de la concepción, aunque la mayoría de las mujeres (5.258) no habían recibido ninguno.
Las matronas obtuvieron información sobre la dieta de las participantes y el tiempo que tardaron en quedarse embarazadas como parte de su visita prenatal inicial, aproximadamente a las 14-16 semanas de gestación.
Querían establecer detalles como la frecuencia con la que comían pescado, fruta, comida basura, etc. La comida basura consumida procedente de supermercados se omitió del análisis, lo que se considera un descuido en el estudio.
Si las parejas recibían tratamiento debido a la infertilidad del varón, se eliminaban del estudio. Cabe destacar que la mayoría de las mujeres del estudio no tenían antecedentes de infertilidad y que las relaciones de riesgo se ajustaron en función del IMC, la edad materna, el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Este estudio tenía algunas restricciones, como el hecho de que los investigadores tuvieran que basarse en los recuerdos de las mujeres sobre dietas pasadas, en lugar de utilizar información que estuviera fresca en la mente de las participantes.
No se tuvieron en cuenta otros factores, como la ingesta de alimentos de los padres, por lo que no puede descartarse ni confirmarse que tengan un efecto. Además, la gama de alimentos no era exhaustiva. La característica más notable de este estudio fue el tamaño.
El equipo sigue trabajando en esta área de interés y pretende establecer patrones específicos en las dietas que puedan relacionarse con los periodos de concepción, en lugar de grupos de alimentos por separado.
Para cualquier evaluación de la ingesta dietética, hay que tener cierta precaución con respecto a si el recuerdo de las participantes es un reflejo exacto de la ingesta dietética. Sin embargo, dado que muchas mujeres no cambian su dieta de antes del embarazo a durante el embarazo, creemos que el recuerdo de las mujeres de su dieta un mes antes del embarazo es probable que sea razonablemente exacto."
Dra. Jessica Grieger, Universidad de Adelaida