Un estudio relaciona el vapeo entre los jóvenes con una mayor exposición a los metales, lo que plantea problemas de salud pública
Por Pooja Toshniwal Paharia 29 abr 2024 Revisado por Lily Ramsey, LLM
En un estudio reciente publicado en BMJ Tob Control, los investigadores estudiaron los factores asociados a los biomarcadores urinarios de la exposición a metales procedentes de los cigarrillos electrónicos entre los adolescentes de Estados Unidos (EE.UU.).
Estudio: Biomarcadores de exposición a metales en adolescentes usuarios de cigarrillos electrónicos: correlaciones con la frecuencia de vapeo y el aroma. Crédito de la imagen: Yarrrrrbright/Shutterstock.com
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Antecedentes
Los cigarrillos electrónicos se han convertido en la vía predominante de consumo de nicotina entre los adolescentes estadounidenses, y su uso se está extendiendo de forma espectacular.
Estos cigarrillos electrónicos se venden en varios sabores e incluyen sustancias químicas potencialmente peligrosas, entre ellas metales. Las concentraciones de metales en los aerosoles y los líquidos de los cigarrillos electrónicos son frecuentes, lo que convierte el vapeo juvenil en un grave riesgo para la salud pública.
Los metales ingeridos a través del tabaco y el uso de cigarrillos electrónicos pueden causar daños sistémicos, especialmente durante la infancia y la adolescencia.
La exposición crónica a niveles bajos de plomo tiene un impacto considerable en las consecuencias cardiovasculares y cognitivas. La exposición al cadmio aumenta la incidencia de la osteoporosis y es un importante carcinógeno a través de diversos procesos bioquímicos.
La exposición crónica a niveles bajos de plomo perjudica a los sistemas cardiovascular y renal, al desarrollo cognitivo y mental y a la fertilidad de ambos sexos. La exposición al uranio puede inducir efectos citotóxicos locales, y la toxicidad tubular renal es especialmente dañina.
Acerca del estudio
En el presente estudio, los investigadores analizaron la exposición a los metales entre los adolescentes usuarios de cigarrillos electrónicos, investigando las correlaciones entre las concentraciones de metales y la frecuencia y el sabor de vapeo.
Los investigadores analizaron los datos de la quinta ola del estudio Population Assessment of Tobacco and Health (PATH), que se llevó a cabo entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019, e incluyó a 200 adolescentes estadounidenses de entre 13 y 17 años.
Mediante espectrometría de masas, analizaron la exposición urinaria al uranio, cadmio y plomo en función de la frecuencia de vapeo y el tipo de sabor. Los límites de detección de uranio, plomo y cadmio fueron de 0,0024 µg/L, 0,022 µg/L y 0,055 µg/L, respectivamente.
El equipo clasificó a los participantes que informaron de un consumo de cigarrillos electrónicos ≥1,0 días en el mes anterior como consumidores actuales de cigarrillos electrónicos. Dividieron las frecuencias de vapeo en frecuente (>20 días), intermitente (de seis a <20 días) y ocasional (de uno a cinco días) durante el mes anterior, y los tipos de sabor en menta/mentol, dulce (como caramelos, chocolate y postres) y fruta.
Recogieron muestras de orina de los participantes en la cuarta oleada de PATH, excluyendo a los que habían estado bajo tratamiento sustitutivo con nicotina en los tres días anteriores y a los que presentaban valores de creatinina ≤10,0 mg/dL o superiores a 370 mg/dL.
Los investigadores también excluyeron a los consumidores de otras formas de tabaco (puros, cigarrillos, narguile, pipa, bidi, tabaco sin humo o kretek), a los no consumidores de cigarrillos electrónicos y a los consumidores de cigarrillos electrónicos sin nicotina.
Para el análisis utilizaron regresiones lineales multivariantes y razones de medias geométricas (RMG), ajustadas por exposición al tabaco de segunda mano, tipo de dispositivo de cigarrillo electrónico, edad, sexo, raza, etnia e ingresos familiares.
Resultados
Entre los participantes (edad media, 16 años, 63% mujeres), 65 consumían ocasionalmente, 45 consumían de forma intermitente y 81 consumían con frecuencia.
El número medio de caladas diarias aumentó exponencialmente con la frecuencia (0,90 caladas, 7,90 caladas y 27 caladas para uso ocasional, intermitente y frecuente, respectivamente). Los investigadores observaron que el 33% prefería los sabores mentolados, el 50% los afrutados y el 15% los dulces.
Los consumidores intermitentes (0,2 ng/mg de creatinina) y los consumidores frecuentes de cigarrillos electrónicos (0,2 ng/mg de creatinina) mostraron concentraciones urinarias de plomo más elevadas en comparación con los que consumían cigarrillos electrónicos ocasionalmente (0,2 ng/mg de creatinina).
Los consumidores intermitentes mostraron mayores concentraciones de plomo en orina que los consumidores ocasionales de cigarrillos electrónicos (GMR, 1,4). Del mismo modo, los consumidores frecuentes de cigarrillos electrónicos también mostraron mayores niveles de plomo en orina que los consumidores ocasionales (GMR, 1,3).
Los adolescentes que consumían cigarrillos electrónicos con frecuencia también mostraron concentraciones urinarias de uranio más elevadas que los que los consumían ocasionalmente (0,0090 ng frente a 0,0050 ng por mg de creatinina, GMR, 2,3).
Los que preferían sabores dulces mostraron mayores concentraciones de uranio que los que preferían sabores de menta/mentol (0,0090 ng frente a 0,0050 ng por mg de creatinina, GMR 1,9).
Conclusiones
Los resultados del estudio mostraron que el vapeo a edades tempranas aumenta la posibilidad de exposición a metales, lo que puede dañar el desarrollo de órganos y alterar la función cerebral. Los consumidores frecuentes e intermitentes presentaron niveles más elevados de plomo y uranio en la orina que los consumidores ocasionales.
Los consumidores de sabor dulce tenían casi el doble de uranio que los de mentol o menta. Los resultados son preocupantes, ya que un número considerable de consumidores adolescentes utilizan cigarrillos electrónicos con sabor a caramelo, lo que podría reducir los efectos desagradables de la nicotina al tiempo que aumenta sus efectos gratificantes, con el consiguiente aumento de la capacidad de respuesta del cerebro.
El estudio subraya la importancia de promulgar leyes sobre el vapeo y de desarrollar medidas preventivas dirigidas a los adolescentes.
Futuras investigaciones con muestras de mayor tamaño podrían tener en cuenta las diferencias regionales y las concentraciones de metales en las formas de aerosol de los cigarrillos electrónicos o en los e-líquidos como contaminantes o subproductos.
Otros estudios podrían revelar las fuentes y mecanismos concretos de exposición al uranio. La normativa sobre vapeo debería proteger a los jóvenes de la adicción y la exposición a metales.