El WiFi puede interactuar con las vías de señalización en el cerebro, causando daños irreversibles
Por el doctor Surat P, doctorado 18 abr 2019
Los efectos de la exposición repetida al WiFi sobre la salud humana han sido ampliamente debatidos. Un estudio reciente revisó las pruebas de 23 estudios científicos controlados que investigaron los efectos del WiFi sobre la salud en animales, líneas celulares humanas y seres humanos para determinar de una vez por todas si el WiFi tiene un efecto perjudicial sobre la salud humana.
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Embriones sintéticos de ratón con cerebro rudimentario cultivados en el laboratorio
La kisspeptina puede potenciar las vías cerebrales de la atracción humana, según un estudio
WiFi o red inalámbrica consiste en una antena que se conecta a Internet y a varios dispositivos inalámbricos, como un ordenador portátil, un teléfono, etc. La frecuencia electromagnética del WiFi es pulsada y no continua. Esta es una cuestión crítica, ya que las frecuencias electromagnéticas pulsadas tienen un mayor impacto biológico.
Un estudio de 2015 sostenía que cuanto más pulsada es una frecuencia electromagnética, más dañina es para los especímenes biológicos. Los investigadores también han intentado determinar la relación de dosis entre la exposición WiFi y los efectos biológicos, y han descubierto que un rango específico de intensidad de pulsos electromagnéticos puede producir efectos máximos, y que esto puede disminuir a intensidades más bajas y más altas.
Cuando se observó el impacto de la frecuencia electromagnética pulsada en el cerebro de ratones, se comprobó que la exposición durante 1-2 meses era relativamente modesta y que los cambios eran reversibles tras retirar el activador. Sin embargo, meses de exposición provocaban graves efectos irreversibles en las neuronas y el cerebro. Estos resultados sugieren que los cambios inducidos por las frecuencias electromagnéticas pulsadas se acumulan con el tiempo, con efectos nocivos a largo plazo.
¿Hay que impedir que los niños y las embarazadas utilicen dispositivos con conexión WiFi?Las frecuencias electromagnéticas pulsadas pueden ser especialmente dañinas en niños pequeños debido al pequeño tamaño de su cráneo y a su menor grosor. Esto puede aumentar la exposición del cerebro a las frecuencias electromagnéticas pulsadas.
También se ha demostrado que las frecuencias electromagnéticas pulsadas son especialmente potentes en las células madre embrionarias. Como estas células tienen una frecuencia más alta en fetos y niños, las pone aún más en peligro, lo que provoca efectos en el desarrollo del cerebro. Este efecto es especialmente llamativo si se tiene en cuenta que las instalaciones WiFi son un elemento habitual en las escuelas hoy en día.
El WiFi podría interactuar con los canales de señalización del cerebro humano
Uno de los primeros estudios para dilucidar cómo las frecuencias electromagnéticas pulsadas podían afectar a la salud humana demostró que las frecuencias electromagnéticas pulsadas de baja intensidad podían bloquearse utilizando fármacos que bloquean los canales de calcio dependientes de voltaje. Estudios posteriores demostraron la activación de los canales de calcio en respuesta a las frecuencias electromagnéticas pulsadas en plantas, animales y células humanas.
Además de los canales de calcio, también se ha demostrado que las frecuencias electromagnéticas pulsadas activan los canales de sodio, potasio y cloruro activados por voltaje. En los seres humanos, se sabe que siete canales iónicos diferentes activados por voltaje se activan por la exposición a frecuencias electromagnéticas pulsadas.
Este cambio se observó en cinco segundos en células en cultivo, lo que sugiere que se trata de un efecto directo de la frecuencia electromagnética pulsada sobre la membrana plasmática.
Los diferentes efectos biológicos de la exposición a frecuencias electromagnéticas pulsadas incluyen estrés oxidativo, menor fertilidad femenina/masculina, efectos neurológicos, muerte y daño celular, cambios en los niveles de hormonas esteroideas, sobrecarga de calcio.
Los estudios anteriores que han investigado este efecto utilizaban ordenadores con tarjetas WiFi. Aunque las tarjetas WiFi se han diseñado para comunicarse con antenas WiFi, actualmente no se dispone de información sobre cómo se comparan estas frecuencias electromagnéticas pulsadas con las radiaciones del WiFi auténtico.
Además, muchos estudios han afirmado que no hay efectos de las frecuencias electromagnéticas pulsadas, ya que los efectos observados no eran científicamente significativos. Sin embargo, concluir que hay ausencia de efectos debido a la falta de significación estadística puede no significar que no haya efecto alguno.
La presencia omnipresente de WiFi en espacios ocupados por seres humanos, en particular en las escuelas, debe tratarse con precaución hasta que se establezcan los efectos de las frecuencias electromagnéticas pulsadas en los seres humanos.