Embarazo psicológico: curiosidades
Para los especialistas el embarazo psicológico sigue siendo un trastorno que les desconcierta y para el que no encuentran una explicación científica. Aunque ya comentamos en anteriores ocasiones en qué consiste exactamente y cuáles son las principales causas que lo provocan, vemos a continuación algunas curiosidades al respecto que seguro te interesa saber.
A pesar de ser un trastorno muy raro y que, gracias a las técnicas de reproducción asistida en los últimos años el número de embarazos psicológicos se ha visto reducido, se conocen casos de esta patología desde hace millones de años. Hipócrates, por ejemplo, describía a doce mujeres que lo sufrieron y se cree que la reina inglesa María Tudor, también lo padeció.
Embarazo psicológico: síntomas
Embarazo psicológico: causas
Otra de las curiosidades respecto al embarazo psicológico que cabe destacar es que también se han producido en hombres. Aunque es cierto que son casos bastante más infrecuentes y que responden a condiciones psicóticas graves, se producen cuando sus parejas sí están embarazadas y comienzan a sentir algunos de los síntomas más típicos del embarazo como náuseas, vómitos o dolores abdominales.
Además de en hombres y mujeres, el embarazo psicológico también se puede producir en los animales, de hecho, es una patología más común de ellos. Concretamente se da sobre todo en perros, aunque también ha existido algún caso en conejos y gatos. Es más, según los expertos, suele darse en 6 de cada 10 perras que han sido esterilizadas. No es una enfermedad, sino que, al igual que en las mujeres, es un desajuste hormonal que se produce tras el celo.
A diferencia del embarazo psicológico en las mujeres, cuando se produce en los animales, éste no necesita tratamiento, salvo en casos puntuales como cuando por ejemplo producen excesiva cantidad de leche o trastornos graves de conducta. El tratamiento se lleva a cabo con un grupo de medicamentos específicos denominados antiprolactínicos, responsables de disminuir la hormona de la prolactina y que siempre deberá recetar un veterinario.