¿Cómo ha repercutido la pandemia de COVID-19 en las estadísticas de natalidad en los Estados Unidos?

El inicio de la pandemia de la nueva enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2), provocó una inmensa alteración de la vida social y económica. Un aspecto importante fue la decisión de tener hijos. Un nuevo preprint en el servidor medRxiv* examina los cambios a nivel nacional en la fertilidad, los nacimientos prematuros y otros resultados obstétricos, en los Estados Unidos, durante el período de la pandemia hasta el año 2020.

Study: Changes in live births, preterm birth, low birth weight, and cesarean deliveries in the United States during the SARS-CoV-2 pandemic. Image Credit: MIA Studios / Shutterstock

Estudio: Cambios en los nacimientos vivos, los partos prematuros, el bajo peso al nacer y los partos por cesárea en Estados Unidos durante la pandemia de SARS-CoV-2. Crédito de la imagen: MIA Studios / Shutterstock

Estudios anteriores han profundizado en los cambios en estas áreas a nivel regional o local. Sin embargo, aquí se explora el impacto de la pandemia en la fecundidad y los resultados de los embarazos a nivel nacional utilizando datos recientemente publicados, con énfasis en los patrones temporales observados en cada categoría.

Detalles del estudio

Los investigadores examinaron los datos nacionales mensuales sobre las tasas de nacimiento y muerte, y extrajeron seis indicadores: nacimiento prematuro, nacimiento prematuro temprano, nacimiento prematuro tardío, bajo peso al nacer, muy bajo peso al nacer y parto por cesárea.

¿Cuáles fueron los resultados?

Los investigadores descubrieron que cinco de estos indicadores cayeron muy por debajo de los niveles esperados (derivados de los datos de los años anteriores) durante todo el año de la pandemia. La mayor diferencia se dio en las tasas de nacimientos prematuros y de bajo peso al nacer, que mostraron grandes caídas a lo largo del año.

Por el contrario, las tasas de nacidos vivos descendieron en gran medida a finales de año, en 13.000 y 20.000 en noviembre y diciembre de 2020, respectivamente. A lo largo de los meses de agosto a diciembre, de hecho, las tasas de nacidos vivos cayeron en más de 15.000 cada mes respecto a las tasas previstas.

Las excepciones fueron septiembre y noviembre, con 10.000 y 13.000 nacimientos menos, respectivamente, durante estos meses.

Los nacimientos prematuros, que se producen antes de las 37 semanas completas de gestación, se redujeron en 0,64 por cada 100 nacidos vivos al principio del estudio, en marzo de 2020, y siguieron manteniéndose por debajo de las tasas esperadas hasta junio. A partir de entonces, hasta octubre, se elevó a niveles casi esperados, pero luego se redujo en 0,40 por debajo de lo esperado en diciembre, como al principio.

Los nacimientos prematuros tardíos, que se produjeron después de las 34 y antes de las 36 semanas completas, disminuyeron en aproximadamente 0,40 y 0,30 menos por cada 100 nacidos vivos al principio y al final del periodo de estudio, es decir, en marzo y diciembre de 2020, respectivamente. Entre medias, el descenso no fue muy acusado, y osciló entre 0,06 y 0,25 menos que la tasa prevista.

Se comprobó que los nacimientos prematuros tempranos, antes de las 34 semanas, seguían más o menos el mismo patrón esperado, siendo sólo entre 0,06 y 0,25 menos por cada 100 nacidos vivos durante todo el periodo de la pandemia.

Los bebés de bajo peso al nacer (menos de 2.500 g al nacer) nacieron entre 00,65 y 0,36 menos por cada 100 nacidos vivos durante este periodo, al igual que los bebés de muy bajo peso al nacer (menos de 1.500 g al nacer).

Los partos por cesárea rondaron las tasas esperadas en todo momento.

¿Cuáles son las implicaciones?

El estudio muestra claramente que la tasa de nacidos vivos ha descendido durante la pandemia de infección por el SARS-CoV-2. De los seis parámetros examinados, el único que se salvó fue el parto por cesárea.

Sin embargo, la magnitud del descenso en cada zona no fue uniforme y se apreciaron claras tendencias temporales. Éstas sólo pueden explicarse mediante una investigación más exhaustiva.

Los estudios realizados en este y otros países han demostrado anteriormente la tendencia a posponer la maternidad o a aplazarla por completo. Esta decisión era a menudo el resultado de las inmensas incertidumbres que marcaron el período de la pandemia.

La pérdida de empleo, la inseguridad económica, la desconocida tasa de mortalidad asociada a la infección por el SARS-CoV-2 durante el primer semestre, la falta de tratamientos eficaces, los frecuentes cierres y las restricciones de movimientos, con la reducción del acceso a muchos servicios de atención sanitaria primaria en relación con el periodo prepandémico, fueron algunos de los factores que impulsaron la toma de decisiones hacia la reducción de las tasas de concepción.

Al mismo tiempo, éstos se aplican en gran medida a las decisiones relativas a la conveniencia y el momento de intentar el embarazo. Evidentemente, hay otros factores en juego con respecto a los demás parámetros, como el parto prematuro y el bajo peso al nacer.

Entre ellas se encuentran la reducción de la contaminación atmosférica como resultado de los numerosos y amplios cambios en la actividad humana, los cambios en la práctica médica con independencia de las directrices profesionales, la disminución de los desplazamientos y las actividades fuera del hogar de las mujeres embarazadas como resultado de las limitadas instalaciones públicas abiertas durante este periodo, y la menor incidencia de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y otras enfermedades infecciosas durante el embarazo

El estudio actual utiliza métodos que compensan las variaciones conocidas dependientes del tiempo en los indicadores de salud perinatal, como la estacionalidad de las tasas de natalidad, evitando así falsas asociaciones. La importante reducción de los nacimientos vivos y de los resultados adversos en torno al nacimiento durante la pandemia indican que pueden haber operado múltiples mecanismos, que se beneficiarán de nuevas investigaciones.

*Aviso importante

medRxiv publica informes científicos preliminares que no están revisados por pares y, por lo tanto, no deben considerarse concluyentes, ni guiar la práctica clínica/la conducta relacionada con la salud, ni tratarse como información establecida.

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