A mis 12 embriones restantes
Por mis 12 embriones restantes,
El día que supimos que erais 14, supimos al instante que nuestra historia de esperanza no era sólo para nosotros. Lleváis casi 3 años congelados. A veces mi infertilidad parece un recuerdo lejano y otras veces el dolor y la angustia de un útero vacío inundan mi corazón como si fuera ayer. Mi cuerpo ha sufrido mucho sólo con la esperanza de que Dios me diera uno de vosotros. Así que cuando el médico nos llamó para decirnos que había 14 de vosotros, nos quedamos en shock.
Últimamente he pensado mucho en ti.
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Realmente no sé si volveremos a hacer otra ronda de FIV. Tus hermanos son trillizos y ahora mismo es mucho. Y si decidiéramos tener otro bebé y tuviéramos la oportunidad de traer a uno de vosotros a este mundo, no sería hasta dentro de unos años y sabemos que sólo podríamos llevar a uno de vosotros. Ojalá pudiéramos llevaros a todos, pero sé en el fondo de mi corazón que Dios no os hizo para que yo pudiera quedarme con todos vosotros sólo para mí.
Me entristece porque, sinceramente, no puedo soportar la idea de que otra persona te críe. Y la verdad es que me resulta difícil aceptar que otra persona será tu mamá. Ella te sentirá crecer en su vientre y compartirá tus primeros momentos. Ella será quien te abrace cuando estés triste, te ayude cuando estés enfermo, te mantenga a salvo cuando tengas miedo. Será la persona de la que dependes, por la que lloras, con la que creas todos tus recuerdos. Te amará con un amor especial que una madre tiene por su hijo. Te conocerá. Te verá dar tus primeros pasos, escuchar tus primeras palabras. Ella será la que te vea crecer, graduarte en la escuela, y un día casarte y tener tus propios hijos. Puedo sentir los celos en mi corazón sólo de pensar en ella compartiendo esos momentos contigo. Me apena no conocerte como ella te conocerá. Me apena no poder mirar profundamente en esos hermosos ojos tuyos y decirte lo mucho que te quiero. Me apena entregarte a ella. Ya no serás mío.
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Sin embargo, la verdad es que, por mucho que os llame míos, o incluso un día suyos, sois pequeños copos de nieve perfectamente hechos por Dios. Y tengo que confiar en lo que Dios me dijo al principio: "Sois la esperanza, la esperanza de muchos" En lo más profundo de mi corazón sé que vuestra mamá os querrá como yo os quiero. Y aunque es difícil para mí comprender completamente eso ahora, sé que, un día, Él preparará mi corazón para que sea tu Mamá, pero siempre estaré conectada a ti. Seré parte de ti. Siempre te estaré amando.
Sinceramente,
Tu primera mamá.
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