Atención y asesoramiento antes de intentar concebir
Antes de que una mujer empiece a intentar concebir, es conveniente que hable con su profesional sanitario sobre la mejor manera de facilitar un embarazo saludable. La atención y el asesoramiento previos a la concepción giran en torno a la evaluación de la salud y el bienestar generales de la mujer, al tiempo que se abordan los cambios de estilo de vida que favorecerán la concepción y el desarrollo del feto.
El cuidado de la preconcepción puede tener lugar durante un examen anual programado, pero algunos pacientes prefieren concertar una cita separada dedicada a abordar sus preguntas y preocupaciones. Además, las mujeres que tienen dificultades para intentar concebir, o que sospechan que pueden estar experimentando infertilidad, pueden desear hablar con su ginecólogo sobre los factores subyacentes que pueden estar contribuyendo a su lucha.
¿Quieres concertar una cita para hablar sobre la salud preconcepcional y los factores del estilo de vida?
Evaluación de la salud y el bienestar antes de intentar concebirIntentar concebir: Infertilidad antes de los 30
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Las primeras etapas del embarazo son fundamentales para el desarrollo del bebé. En muchos sentidos, estas semanas iniciales sientan las bases de todo el embarazo. Los órganos y sistemas principales del bebé empezarán a formarse durante los dos primeros meses tras la concepción. Debido a esta cronología, la mujer debe asegurarse de que cualquier problema de salud crónico y los factores de riesgo sean tratados, controlados y abordados antes de intentar concebir.
Durante una cita de atención preconcepcional, un ginecólogo-obstetra hablará con la paciente sobre su historial de salud, incluidos los registros de vacunación, los embarazos anteriores y cualquier preocupación urgente que pueda tener la paciente. Además, el profesional identificará cualquier problema de salud crónico y hablará de las estrategias para tratarlos y gestionarlos antes y durante el embarazo.
Dependiendo de los problemas identificados, la mujer puede necesitar ver a un proveedor de atención primaria o, menos comúnmente, a un especialista. Los problemas subyacentes que pueden afectar a la concepción y el embarazo saludables son:
- Ciclos menstruales y periodos irregulares
- Presión arterial alta
- Afecciones de la tiroides
- Asma
- Depresión
- Obesidad
- Diabetes
- Trastornos convulsivos
- Abuso de sustancias.
La presencia de una o varias de estas afecciones no significa necesariamente que una mujer vaya a tener un embarazo poco saludable o complicado. Más bien, son indicadores de que debe prestarse atención y cuidado extra a la gestión de estos problemas antes y durante el embarazo para que ella y el bebé estén seguros, sanos y prósperos.
Por último, algunas mujeres pueden ser identificadas como de mayor riesgo de transmitir ciertos defectos de nacimiento o trastornos congénitos. Si este es el caso, un ginecólogo-obstetra puede discutir las opciones para las pruebas genéticas de la madre y el padre.
Cuidados previos a la concepción y ajustes del estilo de vida
Igual de importante que la evaluación de la salud general de una mujer es abordar los factores del estilo de vida que contribuirán a su éxito cuando intente concebir. Llevar un estilo de vida saludable puede aliviar algunos de los problemas de salud crónicos enumerados en la sección anterior y reducir el riesgo de complicaciones como el aborto espontáneo y los defectos de nacimiento. Antes de intentar quedarse embarazada, se aconsejará a la mujer que
- Dejar de consumir productos de tabaco
- Dejar de consumir todas las drogas recreativas, incluida la marihuana
- Moderar el consumo de alcohol mientras se intenta concebir
- Deje de consumir alcohol en cuanto se sospeche un embarazo
- Adelgazar si es necesario
- Limite o elimine la exposición a toxinas ambientales en casa o en el lugar de trabajo.
La toxoplasmosis, una infección parasitaria que suele propagarse a través de las heces de los gatos, supone un riesgo para el feto si la madre está infectada. Por esta razón, se puede aconsejar a las mujeres embarazadas y a las que intentan concebir que no cambien la arena de los gatos. Pero si una mujer ha tenido toxoplasmosis en el pasado, será inmune a la infección y tendrá un riesgo muy bajo de desarrollarla durante el embarazo y transmitirla al feto.
Dado que la toxoplasmosis no suele causar síntomas en los adultos, puede pedirse un análisis de sangre para determinar si la mujer es inmune. En caso de duda, lo mejor para todas las mujeres embarazadas es pecar de seguras y evitar cambiar la arena del gato hasta que nazca el bebé.
El cambio de arena para gatos durante el embarazo es algo que nos preguntan a menudo. Hemos creado una página entera dedicada a las preguntas más habituales.
Medicamentos y vitaminas prenatales
La mujer debe empezar a tomar una vitamina prenatal que contenga al menos 400 microgramos (mcg) de ácido fólico unos tres meses antes de intentar quedarse embarazada. El ácido fólico es una vitamina que se encuentra de forma natural en ciertos alimentos.
Se añade a artículos de alimentación comunes como cereales, pastas y panes debido a la normativa federal. El ácido fólico desempeña un papel fundamental en el desarrollo del feto, y su suplementación ayuda a prevenir abortos y defectos congénitos importantes, como la espina bífida.
Algunas vitaminas prenatales provocan efectos secundarios desagradables en algunas mujeres. Entre ellos se encuentran las náuseas, la pérdida de apetito y los problemas digestivos. Por tanto, puede ser un proceso de prueba y error determinar qué suplemento prenatal es el más adecuado.
Algunos suplementos prenatales sólo pueden adquirirse con receta y otros se venden sin receta médica. Los suplementos con receta no son necesariamente mejores que los de venta libre. El ginecólogo puede ayudar a la mujer a determinar qué suplementos prenatales son los más adecuados para sus necesidades individuales.
Por último, las mujeres que están intentando concebir deben seguir los mismos consejos que se dan a las mujeres embarazadas en relación con todos los medicamentos de venta libre. Deben limitar o eliminar el uso de ciertos medicamentos que se toman para dolencias comunes como alergias, resfriados y dolores de cabeza. Esto incluye medicamentos de uso común como la aspirina y el ibuprofeno.