Cómo afrontar la fatiga durante el embarazo
Numerosos cambios físicos, emocionales y hormonales durante el embarazo pueden reducir sus niveles de energía y causar fatiga. Los factores que contribuyen a ello pueden ser:
- Dolor de espalda, cadera y pelvis
- Problemas digestivos
- Aumento de los niveles de estrógeno y progesterona
- Insomnio
- Disminución de la presión arterial y del nivel de azúcar en la sangre
- Náuseas matutinas
- Estrés y ansiedad
Primer trimestre
Durante el primer trimestre, tu cuerpo trabaja a contrarreloj, creando una placenta y acelerando para proporcionar la nutrición y el apoyo que necesita el bebé en crecimiento. Tu metabolismo aumenta, al igual que el flujo sanguíneo, por lo que tu cuerpo necesita más que su asignación habitual de nutrición y descanso.
El primer trimestre también puede ser una época de cambios de humor inducidos por las hormonas. Estos pueden ser agotadores en sí mismos, sobre todo si intentas evitar que se sepa tu embarazo hasta que el primer trimestre haya concluido con seguridad.
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Segundo trimestre
Durante el segundo trimestre, tu cuerpo se nivela un poco. Sí, sigues comiendo y durmiendo "por dos", pero ahora que la placenta se ha formado y tu cuerpo se ha adaptado un poco, puedes sentirte con un poco más de energía. Las náuseas matutinas suelen desaparecer en este momento.
Este es el trimestre en el que probablemente te sientas mejor. Es un buen momento para preparar el cuarto de los niños y completar cualquier tarea importante de tu agenda, porque no volverás a sentirte con tanta energía durante un tiempo.
Tercer trimestre
A medida que avanza el tercer trimestre, empezará a sentir fatiga de nuevo. Esta vez, los motivos son más evidentes:
- Llevar una gran cantidad de peso corporal adicional
- Dificultad para dormir, debido a los movimientos del bebé y a la dificultad para ponerse cómodo
- Problemas de digestión y estreñimiento
- Hinchazón de tobillos y otros problemas físicos
- Calambres nocturnos y "piernas inquietas".
- Ansiedad ante el parto
Afortunadamente, el embarazo es una época en la que los amigos y la familia suelen reunirse para facilitar las cosas a la futura mamá. Si te sientes agotada, aprovecha cualquier ayuda que te ofrezcan los demás. A medida que creces, es más difícil hacer frente a las tareas domésticas ordinarias, así que pide o contrata ayuda, si es posible.
Además, estos consejos pueden ayudar a aliviar la fatiga del embarazo:
Duerme una siesta corta
Si no descansa lo suficiente por la noche, busque un lugar tranquilo y haga una siesta de media hora para ayudar a reducir la fatiga. Sin embargo, evita hacer una siesta demasiado larga y demasiado cerca de la hora de acostarse.
Practique una buena higiene del sueño
Esto significa acostarse y levantarse aproximadamente a la misma hora todos los días. Además, es importante pasar tiempo con luz natural durante el día para ayudar a regular el ritmo circadiano.
Haga ejercicio diario
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan 2½ horas (150 minutos) de ejercicio a la semana. El ejercicio tiene muchos beneficios, como una menor fatiga y una mejor circulación, lo que reducirá los calambres nocturnos en las piernas. Sin embargo, evite hacer ejercicio a última hora del día, ya que el ejercicio libera adrenalina en su cuerpo, lo que puede mantenerle despierto por la noche.
Limita la cafeína
Según March of Dimes y ACOG, es seguro para las mujeres embarazadas tomar hasta 200 mg de cafeína al día. Esto equivale aproximadamente a una o dos tazas de café de 8 onzas.
Comidas pequeñas
Intente comer comidas pequeñas y nutritivas a lo largo del día. Esto puede ayudar a nivelar el azúcar en la sangre, haciendo que se sienta con más energía durante el día.
Manténgase hidratada
Mantener una hidratación adecuada es esencial para tu salud y la de tu bebé, y puede ayudar a combatir la fatiga. No obstante, asegúrese de reducir la ingesta de líquidos antes de acostarse para minimizar las micciones nocturnas frecuentes.
Cuándo llamar al médicoAunque es perfectamente normal sentirse cansada durante el embarazo, un aumento repentino de la fatiga no es normal. Puede ser una señal de que algo no va bien en tu embarazo. Otros problemas que pueden surgir son la fatiga relacionada con la depresión o la fatiga debida a la anemia (falta de hierro en la sangre) o a la diabetes gestacional.
Si tienes fatiga junto con los siguientes síntomas, llama a tu obstetra:
- Mareos
- Palpitaciones del corazón
- Orinar con menos frecuencia
- Dolor en la parte superior del abdomen
- Fuertes dolores de cabeza
- Dificultad para respirar
- Hinchazón de tobillos, pies o manos
- Cambios en la visión