Los antidepresivos y el embarazo
El período de preconcepción es un gran momento para poner en práctica algunos nuevos hábitos buenos para ti (y para tu futuro bebé). Pero aunque piense que tirar todos los medicamentos recetados es un paso saludable cuando está intentando concebir, cuando se trata de los antidepresivos de su botiquín, los medicamentos que puede y no puede tomar durante el embarazo no siempre son tan claros.
Esto se debe a que si realmente necesitas antidepresivos, dejarlos debido a un embarazo y potencialmente volver a caer en la depresión podría hacerte (y a tu futuro bebé) más daño que bien. Los estudios demuestran que las mujeres que sufren depresión durante el embarazo tienen más posibilidades de dar a luz antes de tiempo. También corren un mayor riesgo de sufrir depresión posparto, lo que puede dificultar el cuidado adecuado de sus bebés después de nacer.
La seguridad de los antidepresivos durante el embarazo
La proximidad y la salud de los abuelos influyen en el consumo de antidepresivos de las madres
También es necesario pesar cuidadosamente los antidepresivos durante el embarazo, porque se ha descubierto que algunos de ellos plantean problemas al bebé en desarrollo. El paxil (paroxetina), por ejemplo, se ha asociado con un mayor riesgo de defectos cardíacos fetales cuando se toma durante el primer trimestre. Otros antidepresivos, como el Prozac (fluoxetina) y el Zoloft (sertralina) se han vinculado con un mayor riesgo de un problema pulmonar poco frecuente en los recién nacidos cuando se toman durante la última mitad del embarazo y con síntomas de abstinencia en el bebé después del parto.
Hable con su médico y terapeuta sobre si tiene sentido que siga tomando o dejando de tomar antidepresivos cuando está tratando de quedar embarazada. Si el consenso es que debe dejar de tomar sus medicamentos o probar otros más seguros, comience al menos tres meses antes de intentar concebir para tener tiempo suficiente para ver cómo va.
Si empiezas a notar que los signos de depresión vuelven a aparecer -cambios en el sueño y el apetito, ansiedad, incapacidad para concentrarte, cambios de humor y falta de interés en el sexo (¡lo que definitivamente no ayudará a tus planes de hacer un bebé!)- puedes probar terapias alternativas, como la psicoterapia, la terapia de luz, la meditación o el yoga. El ejercicio también puede ser un gran levantador del estado de ánimo, al igual que el apoyo de amigos y seres queridos (y los tableros de mensajes de Qué esperar). Y, por supuesto, manténgase en estrecho contacto con su médico y/o terapeuta, que puede orientarle hacia el tipo y la dosis más seguros de antidepresivos en caso de que necesite seguir tomando sus medicamentos una vez que quede embarazada.