¿En qué consiste el estudio integral de fertilidad femenina?
El estudio integral de fertilidad femenina es la clave para que la reproducción asistida sea exitosa.
Las clínicas de reproducción asistida suele ofrecer una larga lista de tratamientos de fertilidad, ya que la tecnología ha avanzado lo suficiente como para que existan técnicas y tratamientos que se adapten a cuanto más casos mejor. Por eso, para saber si debemos elegir uno u otro, es muy importante que el médico realice previamente un diagnóstico correcto.
El estudio integral de fertilidad femenina consiste en una serie de pruebas que ayudará al médico a conocer nuestro problema a fondo y a elaborar un tratamiento ideal para nuestro caso. Por eso, este estudio es siempre personalizado y pretende elaborar un diagnóstico lo más concreto posible.
¿En qué consiste un estudio integral de fertilidad masculina?
¿En qué consiste el estudio de éxito gestacional?
Este estudio integral de fertilidad femenina suele incluir una serie de pruebas entre las que se incluyen una visita con el especialista para conocer el contexto de la paciente y sus antecedentes médicos. A raíz de esto, el médico sabrá cuáles son las pruebas más adecuadas para conocer a la paciente y el origen de su problema de fertilidad.
Tras estudiar el historial médico, se procede a realizar pruebas como la ecografía vaginal para conocer el funcionamiento del útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Para detectar las posibles infecciones asintomáticas y conocer la actividad hormonal de la paciente, se realiza una citología, además de una analítica hormonal, en la que se estudian especialmente aquellas hormonas relacionadas con la fertilidad femenina, como el la hormona luteínizante, la hormona tirotropa, la prolactina o el estradiol. Además de estas, también es importante conocer el estado de la hormona Antimülleriana, cuyo estudio nos permite saber con cuántos óvulos válidos cuenta la mujer.
En este estudio integral de la fertilidad femenina pueden incluirse también pruebas que permitan detectar la presencia de anticuerpos del VIH u otras enfermedades de transmisión sexual.