Células testiculares de rata fabrican esperma tras ser congeladas durante 23 años
Células testiculares de rata que estuvieron congeladas durante 23 años han producido esperma tras ser implantadas en ratones.
Los resultados sugieren que a los niños que tienen tejido testicular congelado antes del tratamiento del cáncer se les podría reimplantar el tejido para que algún día puedan tener sus propios hijos biológicos mediante fecundación in vitro (FIV), afirma Eoin Whelan, de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.
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La quimioterapia para tratar el cáncer puede matar las células madre de los testículos que producen el esperma. Los adultos pueden congelar muestras de esperma antes de este tratamiento, pero eso no es una opción para los niños que aún no han pasado por la pubertad.
En estos casos, algunas clínicas han estado extrayendo y congelando pequeñas muestras de tejido testicular inmaduro de niños con la esperanza de que, si se reimplantan cuando sean adultos, maduren y empiecen a producir esperma. Al menos una clínica, situada en Bélgica, ha sido autorizada para iniciar este tipo de cirugía de reimplantación.
El estudio de Whelan y sus colegas da motivos para el optimismo. Aprovecharon células madre de ratas que habían sido aisladas y congeladas 23 años antes, descongelándolas e implantándolas en los testículos de ratones.
Los ratones habían sido tratados con un fármaco que mataba sus propias células productoras de esperma -lo cual es demasiado tóxico para usarlo en ratas- y tenían sistemas inmunitarios defectuosos para que no pudieran rechazar el trasplante. A modo de comparación, también se realizó el mismo procedimiento en otros ratones utilizando células de rata que habían sido extraídas e implantadas inmediatamente, así como con células de rata que habían sido congeladas hacía unos meses.
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Cuando se examinaron los testículos de los ratones, las células madre de 23 años habían sobrevivido y se habían convertido en grupos de células productoras de esperma, aunque formaban unos grupos de células 20 veces menos que el tejido fresco o el recientemente congelado. Los grupos de células de los implantes de 23 años producían espermatozoides maduros, pero cada uno de ellos producía aproximadamente un tercio de los derivados de los implantes de células frescas o recientemente congeladas.
No obstante, si los mismos resultados se dan en las personas, los participantes podrían producir algo de esperma aunque el número sea bajo, dice Whelan. "Realmente sólo se necesita un esperma viable para tener éxito".
No está claro si los resultados se trasladarán a las personas, ya que existen algunas diferencias entre los métodos del equipo y los que utilizan actualmente las clínicas de fertilidad, afirma Rod Mitchell, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
Los investigadores congelaron células madre testiculares aisladas, mientras que las clínicas congelan muestras de tejido completo. También tomaron las células de ratas adultas, mientras que las clínicas tienen que tomar tejido de niños que aún no han pasado por la pubertad. "Hay muchas incógnitas", dice Mitchell.