Problemas de fertilidad: problemas de pareja
Una discusión en un momento inadecuado puede ser muy perjudicial para la relación de pareja. En ocasiones, los problemas de fertilidad, están provocados por problemas en la pareja, ya sean físicos o psicológicos, aunque también es cierto que existen muchos casos en los que sucede al contrario; que, la dificultad para conseguir ese embarazo tan deseado es la razón por la que aparecen los problemas en la pareja.
En cualquiera de los dos casos, la comunicación juega un papel muy importante para intentar solucionarlos y hacer que la relación salga adelante. Las parejas que no pueden tener hijos pasan por situaciones de estrés y ansiedad que a veces afectan a la relación, especialmente, cuando se lleva mucho tiempo intentando conseguir un embarazo. Expresar las emociones y, sobretodo, eliminar de la mente cualquier sentimiento de culpabilidad hacia uno mismo o hacia la pareja, es fundamental en estos casos.
Un estudio halla una relación entre la exposición a sustancias químicas ambientales y los problemas de tiroides en mujeres con problemas de fertilidad
Problemas de fertilidad: traumas
Cuando los problemas en la pareja ya existen antes de tener hijos, es preferible solucionarlos antes de seguir intentándolo, porque lo más recomendable es que los hijos vivan en un ambiente familiar lo más sano y unido posible. Ahora bien, si los problemas de fertilidad se deben a problemas médicos o físicos en la pareja, lo mejor es acudir a un especialista.
Existen numerosos factores que pueden influir en la fertilidad como una mala alimentación, la falta de ejercicio físico, problemas de eyaculación o erección en el caso de los hombres, obstrucción en las trompas de falopio, endometriosis, malos hábitos como el consumo de alcohol o tabaco y, por supuesto, estar sometido a altas dosis de estrés o ansiedad. Normalmente, los problemas de fertilidad se deben a causas combinadas o problemas en ambas partes de la pareja. Lo importante es intentar solucionarlos lo antes posible, no sólo por el bien de los hijos cuando lleguen, sino para vivir una relación plena y feliz.